RESISTENCIA.- La Argentina tendrá su política algodonera aprobada por el Congreso, antes de fin de año, según anunció el director de Producción Agrícola Extensiva del Ministerio de Agricultura de la Nación, Pablo Urdapilleta, al disertar en las jornadas "El algodón que queremos en 2020", organizadas por el INTA. El anuncio sorprendió a la concurrencia de productores, industriales y hasta representantes de los gobiernos de Chaco, Formosa y Santiago del Estero, ya que, de esa manera, se daría impulso a un viejo anhelo regional. Además ratificó que el gobierno nacional tomó la decisión, juntamente con las provincias, de implantar 600.000 hectáreas para la próxima campaña. Explicó Urdapilleta que dentro de 35 días estará conformada la Comisión Asesora del Algodón y que se recopilarán los datos recogidos en el Procalgodón, programa nacional del INTA para promover la calidad algodonera, para que antes de fin de año se tenga aprobada la política nacional que tanto ansían las provincias. La Fiesta del Algodón cobró un nuevo impulso debido a que durante este año se implantaron 450.000 hectáreas y el Chaco es la principal productora, con un 50 por ciento de la superficie; ya se recolectó a nivel nacional alrededor de 240.000 toneladas de algodón en bruto, por lo que se alcanzará, por los rendimientos obtenidos, a las 150.000 toneladas de fibra que el país necesita. Apoyo técnico Al encuentro asistió también el vicepresidente del INTA, Luis Basterra, quien expuso los objetivos de la entidad y ratificó el decidido apoyo a la investigación algodonera así como también a la lucha contra el picudo. Todo esto conforma la estrategia para impulsar y sostener en el tiempo el cultivo, que es estratégico no sólo para el desarrollo regional, sino también para el país. El técnico convocó a todos los sectores para desarrollar una estrategia común y lograr así una valoración del sector a través de una política nacional. Asimismo, elogió el trabajo del personal del INTA por desarrollar herramientas para promover una mayor eficiencia en el cultivo y transmitir a los productores lo último del conocimiento. Los pequeños y medianos algodoneros dijeron que para el futuro no quieren una agricultura sin agricultores, y solicitaron apoyo financiero para poder acceder a la tecnología que está disponible. "Queremos que haya equidad y poder seguir viviendo en el campo con nuestros hijos, además de brindarles educación y salud, como corresponde", sostuvieron en conjunto. Durante el encuentro se coincidió en que el productor tendrá que iniciarse en la cadena algodonera, buscar incentivos para cubrir sus costos y, de esta manera, mantener una superficie permanente del cultivo, de modo que la industria no tenga que buscar el textil afuera. Los oradores destacaron que éste debe ser el principio de una serie de encuentros y debates para contribuir a la elaboración de una política equitativa y permanente, que contemple las necesidades de los distintos actores de la producción algodonera nacional.

Por José Derewicki Para LA NACION