Incidencia de las variaciones de precios en la determinación de la rentabilidad del negocio agropecuario – Ejemplo teórico.

Conceptualmente, la rentabilidad del negocio agropecuario puede entenderse como la diferencia entre los ingresos (realización de la producción) y los egresos (gastos directos e indirectos). En términos matemáticos, la ecuación que la explica queda definida de la siguiente manera (todas las variables están expresadas por unidad de explotación o superficie):

R = ICVCF

donde

R es la Rentabilidad o Margen Neto Esperado de la actividad.
I son los Ingresos (Precio de venta P * Rendimiento Q)
CV son los Costos Variables (incluyen: Costos Comerciales, Cosecha, Labores, Semillas y Agroquímicos)
CF son los Costos Fijos: Arrendamiento y otros Gastos de Estructura

De esta ecuación se desprende que por el lado de los ingresos interviene sólo una potencial fuente de variabilidad (PV) mientras que por el lado de los egresos participan una cantidad mayor de precios, reduciendo el impacto individual que tiene cada uno de ellos en el resultado final.  Así por ejemplo, una caída del 10% en el precio de venta tendrá un efecto mayor que un aumento de igual magnitud en alguno de los insumos o gastos.

Ante el aumento/caída de alguno de los precios involucrados, la rentabilidad del emprendimiento variará en la misma proporción sólo en el caso de que los restantes precios se comporten de idéntica forma. En este sentido, tanto los Ingresos, Gastos Directos e Indirectos y el Costo del factor Tierra son función o responden a factores de diferente naturaleza con lo cual es poco probable que ante modificaciones en las condiciones de mercado, los mismos mantengan sus valores relativos.  Concretamente, el aumento del precio de un insumo o gasto en particular, difícilmente tenga un correlato proporcional en otros componentes de la ecuación como el valor a pagar por el uso de la tierra o la estructura impositiva que enfrenta el productor.

Finalmente y en lo referente al riesgo derivado de la variabilidad de precios, se puede observar a partir de lo expuesto que la rentabilidad del negocio agropecuario es más sensible a variaciones en el precio de venta de la producción que a variaciones parciales en alguno de los componentes de los egresos.  Esta particularidad no hace más que resaltar la importancia que tiene el manejo eficiente del riesgo asociado a las fluctuaciones de los precios del producto por parte de cualquier emprendimiento agropecuario.