 
 El fenómeno denominado “El Niño” consiste en un calentamiento anómalo de las aguas superficiales del Océano Pacífico Ecuatorial Central y Oriental, es decir, temperaturas de la superficie del mar superiores a las normales para la época. El fenómeno complementario, denominado "La Niña" o "El Viejo", consiste en un enfriamiento anormal de las mismas aguas.
El fenómeno ENOS (El Niño – Oscilación del Sur) surge de la interacción de factores oceánicos y atmosféricos y, a su vez, al instalarse produce alteraciones en los patrones normales de las variables oceánicas y atmosféricas.
Los grandes institutos internacionales de predicción climática poseen actualmente modelos acoplados de simulación del comportamiento del mar y la atmósfera, que permiten predecir la evolución del sistema.
Los modelos numéricos pronostican condiciones de temperatura del mar, pero no pronostican lluvias o temperaturas. Para poder hacer una conexión entre estas variables, lo cual es trascendente para poder determinar una tendencia climática, es necesario conocer los impactos regionales que El Niño o La Niña suelen tener.
En función a la revisión bibliográfica realizada y al objetivo del trabajo se utilizó el indicador MEI (Multivariate Enso Index), calculado en el Climate Diagnostics Center (NOAA) como determinante del estado del ENOS y se procedió a la búsqueda de señales del mismo sobre la precipitación y los rendimientos en la zona de estudio en función de este índice.
Los efectos del ENOS (El Niño – Oscilación del Sur) sobre la precipitación son más marcados en algunos meses y no se observan en otros. También existen zonas de la Argentina donde la señal ENOS se vuelve más importante, mientras que otras no presentan relación estadística entre su precipitación y los fenómenos El Niño o La Niña.
Como primer paso en la búsqueda de indicadores estacionales se procedió a determinar series de precipitación acumulada (periodo 1970 – 2010) para todos los bimestres, en las localidades para las cuales se disponía de la información necesaria en las provincias de la región pampeana, NEA y NOA.
                      Con respecto a la variable   precipitación,                                   se analizó a escala bimestral la   probabilidad                                   de ocurrencia de lluvias escasas,   normales y abundantes                                   durante eventos El Niño y La Niña.                                   Asimismo, se evaluó la probabilidad de                                   eventos extremos de precipitación, es   decir,                                   lluvias muy escasas y muy abundantes,   que corresponden                                   a una frecuencia de ocurrencia de una   vez cada                                   10 años.