RIESGO DE MERCADO
La Variación de los Precios y el Riesgo
Importancia de los precios en la determinación de la rentabilidad del negocio agropecuario y en las decisiones de producción.

Más allá de cuestiones tecnológicas y comerciales, la rentabilidad del negocio agropecuario (como la de cualquier emprendimiento empresarial) está definida por los niveles de ingresos y egresos. En cierta forma y bajo determinadas restricciones, los egresos o gastos a los que se enfrentará el productor durante el período productivo pueden ser estimados con anterioridad al comienzo del emprendimiento productivo. Disponiendo de información acerca de las relaciones técnicas que determinan el proceso de producción y los niveles de precios de los insumos involucrados, servicios, impuestos y demás gastos directos e indirectos y en base a la experiencia adquirida, el productor puede elaborar la estructura de costos. La otra parte de la ecuación de rentabilidad, es decir los ingresos, estará determinada principalmente por el valor que obtenga por su producción en el momento en que el productor la coloque en el mercado.

Dentro de este esquema, tanto las variaciones en las cotizaciones del producto como en los precios de los insumos y demás gastos relacionados influirán –aunque en diferente grado– en los niveles de rentabilidad a obtener. Ahora bien, ¿por qué una variación en el precio de los productos agropecuarios tiene un mayor peso que una modificación de los costos en los márgenes brutos del productor? En primer lugar, debe tenerse en cuenta que el costo total que enfrenta un productor está compuesto por un variado conjunto de elementos (semillas, fertilizantes, labores, transporte, etc.) lo cual hace que las variaciones de precios de algunos de éstos puedan verse compensadas o amortiguadas con mayor probabilidad. En efecto, resulta poco probable que todos los precios de los insumos –incluyendo los costos de mano de obra– se incrementen de forma simultánea. Por el contrario, una variación en el precio del producto final incide directamente en el resultado del productor, sin que exista la posibilidad de que este movimiento se vea amortiguado por otros componentes, como en el caso de los costos, por lo menos en el corto plazo. Además, no debe olvidarse que –por lo general– los precios de los productos agropecuarios se encuentran sometidos a variaciones mucho mayores que las de los costos de los insumos y demás gastos de producción, los que suelen ser más rígidos, en especial a la baja.

De esta forma, se observa una mayor sensibilidad de la rentabilidad a movimientos del precio de los productos que a modificaciones en los costos de producción (insumos y gastos), cuestión que no siempre se evalúa con la atención necesaria (ejemplo teórico y numérico con datos del sector agrícola).

Así, los precios con los que se enfrentará el productor en el momento en que pueda poner su producción en el mercado son inciertos y dependiendo de la magnitud en que se muevan los mismos podrá obtener resultados buenos, aceptables o malos. El riesgo asociado a la variabilidad de las cotizaciones (aspecto menos previsible y menos manejable por parte del productor) conforma un elemento de gran importancia en la toma de decisiones, máxime si estas variaciones responden directa o indirectamente a factores ajenos a los mercados agropecuarios, lo que termina agregando una fuente adicional de incertidumbre.

Por ello, cobra vital importancia la consideración de los precios de contratos de futuros que se transan en los mercados a término dentro de la ecuación de rentabilidad (en los casos de productos para los que haya disponibilidad de este tipo de instrumento financiero) con el claro objetivo de poder reducir o transferir el riesgo asociado a la variación en los precios a lo largo del proceso productivo.

Con la intención de aportar información relevante y de utilidad a los distintos actores del sector, se consigna a continuación la evolución del precio y variabilidad observados en los mercados físicos de los principales cultivos, desde que se planifica la siembra hasta que se encuentra disponible la cosecha, para las últimas campañas:

Al margen de los pronósticos de precios que realizan los productores y demás actores en base a la experiencia, información disponible sobre comportamiento pasado y estacionalidad en la producción y comercialización y las expectativas; rangos de variabilidad en algunos casos muy amplios, pueden hacer caer a una considerable cantidad de proyectos de inversión (al igual que la gestión de créditos por parte de las entidades bancarias y coberturas por parte de las compañías de seguros) en un área de indeterminación de resultados, con elevados niveles de riesgo y el consecuente efecto desalentador (con importantes resultados potenciales en el sector agropecuario). La experiencia reciente en los mercados internacionales de comodities con la participación especulativa de grandes jugadores no hace más que agregar otra fuente adicional de riesgo a tener en cuenta.

Los comportamientos observados para estos cultivos en particular, son extensibles al resto de la producción agrícola, siendo los efectos más importantes en productos en donde se registran fallas de mercado, poco desarrollo o inexistencia de los mismos; haciendo evidente el impacto que puede tener la dispersión de precios futuros en los cálculos de rentabilidad y la utilidad para el sector productivo y actividades conexas de contar con herramientas para transferir esta fuente de riesgos.